Nabí. por Shel Durán, 2010 |
Nabí, se basa en los relatos veterotestamentarios en torno a los profetas. De ahí, el nombre de nuestro personaje central: Nabí, palabra hebrea que se traduce como ‘profeta’. El profeta comunica la revelación de Dios, incluyendo esta la denuncia del pecado y la predicción del actuar de Dios. Tomando esto en cuenta, surge de la reflexión y la imaginación: Nabí.
En este story board podemos apreciar varios cuadros que ilustran realidades en la sociedad. A continuación se explica cada uno de estas escenas:
En el cuadro de arriba a la izquierda tenemos un paisaje de montañas nevadas, árboles frondosos y, al centro, un rinoceronte blanco con su cría. Aunque es una escena hermosa la noche es patente, así la oscuridad y la sombra se ciernen sobre la naturaleza. El rinoceronte blanco es una de las especies en peligro de extinción, muestra de que, a fin de cuentas, toda la creación sufre las consecuencias del pecado del ser humano.
El siguiente cuadro, abajo, se muestra un vehículo ardiendo en llamas, un helicóptero que sobrevuela el horizonte, y un soldado con su arma en medio de las arenas del desierto. En concreto: guerra. Evidencia más notable de la maldad humana, pues la ingenio científico humano es utilizado para crear armas de destrucción masiva. El odio más monstruoso se ve reflejado aquí.
En la esquina inferior izquierda se encuentra una bella mujer llorando con temor, sujetando a su pequeño bebé quien llora febrilmente. Pero, ¿cuál es la causa de su llanto? Una silueta oscura al fondo da la razón, un puño apretado. ¡Cuánto mal sufre la sociedad! Pues, la familia, que estaba diseñada para ser el ámbito del amor, ha sucumbido ante la ira: núcleo de la violencia social.
En el centro, abajo, se muestra la escena típica de ciertas iglesias evangélicas y de otras sectas. En el escenario, vemos un sujeto instigando a la gente a que de su dinero manipulando sus creencias más profundas. Lo doloroso del asunto: una multitud que lo ovaciona y obedece ciegamente. A su izquierda observamos una mujer en éxtasis, uniéndose a su deidad. A la derecha, personas despojándose de su dinero, incluso hay quien pasa su tarjeta de crédito, tal vez, es más "espiritual" que los demás.
Así llegamos a la escena central predominante, el Nabí. No está aislado de su contexto. Conoce su entorno, ha percibido el ambiente social que requiere cambios. Pero no es tan sólo eso. Su convicción no proviene de sí mismo sino fuera de él, del totalmente Otro, Dios mismo. Dios es quien lo ha llamado con el propósito de ser su vocero: denunciar el pecado, proteger a los débiles, advertir del juicio inmanente, proveer esperanza. Su llamado incluye la probabilidad de escarnio, odio, persecución, y quizás el martirio. Nabí está conciente de ello. Su llamado es una experiencia que no se puede explicar del todo, es algo místico.
¿Por qué a él? ¿Qué es lo que lo capacita para realizar tales objetivos? Su autoconciencia de profeta procede de su relación con Dios y la revelación que le es dada. Y aquella convicción que le da valor para enfrentarse a potentados y estructuras de pecado que se oponen ferozmente a su Señor y a él mismo, proviene del futuro que ha vislumbrado, ¿en sueños?, ¿en un viaje totalmente consciente a través del tiempo y espacio?
Aquella confianza la adquiere de su conocimiento escatológico que se muestra en los siguientes dos cuadros a la derecha. Una efigie lúdica: un niño que pasea disfrutando el calor y saboreando un helado para refrescarse, y junto a él, un león imponente. ¿Qué mayor muestra podría haber entrevisto Nabí de la armonía universal que traería consigo su Dios? Y arriba, cielos nuevos y tierra nueva. Una nueva creación.
El Nabí se representa no en un óleo, técnica profunda y admirable; ni en un ícono, arte sacro y bello; tampoco se representa en acuarela de modo escueto, vago y difuso. No, ninguna de estas técnicas puede representar a Nabí sino aquella que puede evocar la lucha cósmica entre seres arquetípicos: el comic. El comic es un arte que en sus más íntimos principios plasma el subconsciente del hombre de ser aquello que no es ahora pero que puede llegar a ser, un héroe. ¿Y acaso un profeta no es un héroe?
...¿Les gustaría que desarrollara la historieta?