domingo, 6 de diciembre de 2015

El sacrificio



Uno de mis pasatiempos es escribir rimas, aunque  ya no me doy el tiempo para hacerlo constantemente. Entre otros géneros musicales, el hip hop, al estilo de la vieja escuela, es de mis favoritos. Pues bien, esto se conjunta con mi quehacer en la teología. Así que aquí, aprovechando una "Noche de talentos" del Seminario donde trabajo, presento este rap: El sacrificio


El coro y la música usada como beat son propios del grupo Generación de Jesús, de 1979. Las rimas son mías. Allí plasmo dos cuestionamientos que a lo largo de la historia han surgido ante la proclamación cristiana:
  1. ¿Por qué un Dios justo y amoroso castigaría al inocente? Esta pregunta se amplía: ¿por qué el Padre enviaría a morir a su propio Hijo?, ¿por qué lo abandonaría en la cruz?, ¿cómo confiar entonces en un Dios así?
  2. ¿Por qué alguien daría su vida por desconocidos, incluso por sus enemigos? Lo cual, ¿implica también la posibilidad de que, como lo expresaría C. S. Lewis, tal personaje fuera un loco?, ¿cómo seguir alguien así?
El centro de esta canción es precisamente el significado de la cruz. Las respuestas a esto y las preguntas anteriores ya fueron dadas antes de varias maneras. Aquí sigo de cerca las interpretaciones de San Anselmo de Canterbury y Santo Tomás de Aquino: la obediencia y el amor. Aunque podría extenderme en la exposición de estos dos ilustres, por ahora prefiero citar simplemente 1 Corintios 1:18:
La palabra de la cruz es locura para los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.