lunes, 28 de marzo de 2016

10 recomendaciones para nuevos docentes de teología


Después de años de experiencia en el ámbito académico, de impartir diversas materias de teología, en diferentes instituciones, a creyentes de todas las denominaciones evangélicas e incluso de varias confesiones cristianas, puedo brindarte estas recomendaciones. Si todo profesor me hiciera caso, no tendría los problemas por los que pasa. Por eso, quiero que lo sepas. No me gustaría ver a más maestros desanimados en su ministerio por cuestiones que pudieron haber hecho de otro modo o haber evitado. ¡Cómo quisiera que todos fueran exitosos!, con largas carreras, cátedras vitalicias y placas de reconocimiento en sus seminarios. Se trata de breves lineamientos que te ayudarán en tu labor docente. Te harán la vida más sencilla y tu trabajo llevadero. Siguiendo estos consejos no tendrás problemas de ningún tipo con nadie y podrás disfrutar sin disgustos ni molestias del cumplimiento de tu llamado. Así que, estimado colega, espero que esto te ayude a lo largo de tu carrera de maestro:

  1. Nunca expreses cuál es tu postura ante determinada doctrina. Algunos alumnos –ya sabes, como los fariseos que creían tener la teología correcta– te querrán poner a prueba, a ver qué contestas o a ver si sabes. Si por algún motivo llegas a dar tu posicionamiento doctrinal, los alumnos te criticarán diciendo que eres tendencioso e imparcial, que no respetas su opinión o que no les das valor. Mejor…
  2. Da respuestas vagas, si puedes evade la pregunta, o mejor, pregúntales tú. Así ellos te dirán lo que creen y sabrás que línea de pensamiento seguir el resto del curso para no contradecirles su preciada doctrina.
  3. Entre menos les instes a reflexionar es mejor. De esta manera seguirán firmes y constantes durante sus cuatro años de la licenciatura, y al terminar tendrán ese sentimiento feliz de haber conseguido un título habiendo mantenido intacta su teología.
  4. Consiente a tus alumnos. Si te piden que les des descansos a cada momento, o incluso, que no des clase, hazles caso. Esto hará que les caigas bien, serás su maestro preferido, querrán tener más clases contigo y, si te pagan por hora, ¡imagínate!
  5. Evalúa sencillamente. Hazlo de la manera más fácil posible para que todos pasen. Nadie quiere a un maestro que les pida mucho esfuerzo. De cualquier modo, no te compliques. Así obtendrán calificaciones altas, eso hará que se sientan orgullosos aun cuando su conocimiento sea mediocre.
  6. Que tu discurso principal siempre sea de motivación. ¡Esto sí que les gusta mucho! Aun cuando estén mal o sus trabajos sean pésimos, diles que lo hicieron genial. En vez de una calificación como en el punto anterior, aquí usa tus palabras, ya sea en clase o en las oportunidades de predicación. Como consecuencia tendrás muchas invitaciones a predicar a sus Iglesias. Eso implica dinero extra para ti.
  7. No les corrijas. Pues cuando les muestras su error, comúnmente se enojan y dicen que el que está mal eres tú –recuerda que el alumno siempre tiene la doctrina correcta, el profesor debe alinearse a ella-. Además, si les haces notar sus equivocaciones, pobrecillos, los desanimarás y ya no querrán hacer nada en tu clase, incluso algunos podrían darse de baja.
  8. Mira para otro lado. Si observas que algún alumno está copiando en un examen, o si te das cuenta que alguien plagió un trabajo, o incluso si se trata de un incidente fuera del horario de clase, déjalo pasar. No querrás tener problemas con ellos ni el engorroso proceso de comentarlo con la junta directiva o con su iglesia o con sus padres. Puedes poner en peligro su permanencia en el seminario y a nadie le gusta perder alumnos.
  9. No repruebes a nadie, aprueba a todos. Ha sido algo muy importante que esta recomendación ya la tengamos funcionando en la SEP: ¡todos pasan! Falta que se implemente en los Seminarios de manera oficial, pero ya hemos avanzado bastante hacia esa dirección.
  10. Recuerda que queremos estudiantes felices, que lleguen a ser Licenciados en teología, pues son ellos los que después influirán en sus iglesias. Lo que ellos aprendan en el Seminario lo reproducirán en sus ministerios. Estas recomendaciones las he dado por muchos años en varios países, y créeme que funciona. Sus resultados son garantizados, para muestra observa las diferentes iglesias y la enseñanza que tienen.

Sin más, cuídate mucho.
 -Prof. Arjontes von Skotia.






El autor es un exitoso tentador, profesor de materias como Pedagogía diabólica, Iglecrecimiento total, y Administración de seminarios. Ha laborado en diversos seminarios e institutos bíblicos, ya sea de renombre o recién abiertos. Su campo de experiencia es dentro del evangelicalismo.