miércoles, 12 de marzo de 2014

El Jesús newager

Siempre han existido varias percepciones erradas acerca de la persona de Jesús de Nazaret. Una de ellas es la proclamada por la Nueva Era: Fue un ser humano con conciencia de Dios que dio en sus predicaciones y su modo de vivir el camino para que todos alcancen tal grado de autoconocimiento divino. Estas enseñanzas no son nuevas, parten del gnosticismo del primer siglo. Aunado a este problema, existe una carencia de adoctrinamiento básico en las iglesias y por ende, los creyentes están expuestos a ser arrastrados por cualquier falsa doctrina –no solo por la Nueva Era. La Iglesia necesita conocer su historia y reafirmar su enseñanza bíblica para responder adecuadamente a las herejías que la asechan y se encuentran infiltradas en ella. Por lo tanto, analizo aquí algunas características esenciales de la enseñanza new ager acerca de Jesús; esto, a partir del best seller titulado El tercer Jesús, escrito por Deepak Chopra. [1] El análisis será crítico a la luz de la Biblia.

Jesús según la nueva era:


Existen tres Jesús. El primero es el histórico, el segundo es el de la fe, y el tercero, propuesto por Chopra, el Jesús iluminado. Característico del sincretismo, es la mezcla de datos verídicos con falsos. En este punto debe reconocerse, con base en la crítica histórica, que se ha hecho la diferencia en el estudio del Jesús que se le identifica como “histórico”, y del Cristo de la fe.

1.    El Jesús histórico, como lo nombraría Bultmann o Theissen, es aquél que vivió y murió en Palestina, los Evangelios son la fuente primaria que describen su manera de vivir y sus enseñanzas. La sociología, geografía, arqueología y otras ciencias se han esforzado en presentar a un Jesús más humano despojándolo de su ropaje seudo divino. Es decir, ninguno de los autores cristianos serios niega su divinidad, pero sí se muestran renuentes a aceptar a un Jesús divino tan distante que casi raya en lo mágico.
2.    El Cristo de la fe, en los estudios realizados por los mismos, se trata de aquél que ha sido presentado teológicamente en el resto del Nuevo Testamento. Si se considera, por ejemplo, que Pablo escribe reflexiones teológicas que representan el credo cristiano del primer siglo, se hace patente que esta concepción ya es una formulación de la persona y obra de Jesús. Estas dos aproximaciones a la persona y obra de Jesús no deben entenderse como algo antagónico sino más bien como complementarias. Por su parte, el estudio sobre el Jesús histórico muestra la realidad de la Encarnación, se muestra a Jesús como el Dios hombre que vivió en un contexto determinado y estuvo sujeto a todas sus implicaciones. El estudio del Cristo de la fe reflexiona teológicamente su vida y obra, así como el impacto cósmico que posee. [2] Los cristianos podemos decir con toda convicción que el Jesús histórico es el Cristo de la fe.
3.    Pero mientras que lo anterior requiere del estudio metodológico exegético (que implica la crítica textual, la sociología, la geografía, arqueología, historia, etc.) y se comprueba o no a través del mismo, el llamado “tercer Jesús” parte de la eiségesis. Es decir, el tercer Jesús, “el Jesús iluminado”, es nada más que la ideología propia del gnosticismo de Chopra. En ese tipo de aproximación se ve en Jesús lo que uno quiere ver: No hay lugar para la crítica objetiva, no se permite que el texto bíblico conforme el pensamiento sino es el mismo sujeto quien le da un sentido personal a lo que el texto dice.

Jesús no es Dios. Escribe que “Jesús no descendió físicamente de la morada de Dios en los cielos, ni regresó a ella para sentarse a la derecha de un trono.” [3] Con esto quiere indicar que Jesús no es Dios. De hecho, para ese autor y otros new agers, Dios no es persona, sino algo así como una fuerza que se encuentra en todas partes. Sin embargo, aquel Dios-fuerza-impersonal tampoco dictamina todo el cosmos, es más bien como un estado mental del ser humano. Por lo tanto, Jesús fue un mero hombre que alcanzó la iluminación y que enseñó a sus discípulos el cómo llegar a ella. Por eso, también expresa de Jesús que: “Haber alcanzado un estado de conciencia divino fue lo que lo convirtió en hijo de Dios.” [4] De manera que todos pueden llegar a ser hijos de Dios, no como lo enseña la fe cristiana a través de la fe en Jesucristo (Juan 1:12), sino por medio de esa iluminación interior. En breves palabras, uno a través de la meditación y otras disciplinas alcanza la conciencia divina convirtiéndose entonces en hijo de Dios, tal como Jesús. Pero como vimos el Jesús de Chopra no es Dios encarnado. 1 Juan 4:2-3 es una clara apología a esta ideología herética:
En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y éste es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. (RVR60)
Entonces, al negar la Encarnación, Chopra demuestra que su espíritu es el de anticristo. Se opone tercamente a Cristo. Por lo que no es de Dios. Su enseñanza al negar la Encarnación tergiversa totalmente toda la demás doctrina cristiana para acoplarlo a su herejía. Otras ideas de su pensamiento new ager son:

El Reino de Dios es el alma misma. Chopra interpreta y traduce la preposición griega entos de Lucas 17:21 como en o dentro: “El Reino de Dios es interior”, [6] y también expresa: “El Reino de los cielos habita en ti.” [7] Decir que el Reino de Dios está en o dentro de la persona no es tan descabellado. Incluso Robertson explica que “este es el obvio y necesario significado de entos”, [8] en respuesta a los fariseos que querían saber cuándo vendría el Reino. El problema es que no considera los otros pasajes donde Jesús manifiesta que él mismo es el Reino (como Lucas. 9:57- 62), o los que expresan que el Reino está ya presente (Mateo 12:28), y los que enseñan que el Reino se manifestará en el futuro (Mateo 6:10). La doctrina de Chopra explica que el Reino de los cielos es tan sólo un estado dentro de todos: se trata de reconocerlo en el interior. Incluso cita un texto gnóstico, el Evangelio de Tomás 62, donde se observa de manera clara este aspecto:
Dijo Jesús: “Si aquellos que os guían os dijeren: ‘Ved, el Reino está en el cielo’, entonces las aves del cielo os tomarán la delantera. Y si os dicen: ‘Está en el mar’, entonces los peces os tomarán la delantera. Más el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma.” [9]
El pecado y el mal son simplemente percepciones negativas: “la batalla entre el bien y el mal no es más que un juego de luz y sombras” [10]; y sobre el pecado reclama que “los padres de la Iglesia prometían que Jesús había erradicado el pecado del mundo de una vez por todas. Nadie que eche un vistazo a su alrededor puede, ni ahora ni entonces, creer semejante afirmación.” [11] De manera que el pecado y el mal son ilusiones, porque la realidad es todo lo bueno. Entonces, por medio de la meditación se busca echar fuera esos pensamientos negativos. Por tanto el pecado no existe. Pero Romanos claramente expresa en 3:10-11 "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios." Y luego el verso 23: "por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios." Por más que estos novoeristas digan que "no hay pecado", que "todo está en la percepción", "todo es gris y no blanco o negro", la santidad de Dios nos condena a todos, no porque él desee nuestra condenación sino porque nosotros mismos hemos pecado transgrediendo su ley. Sin embargo, los Padres de la Iglesia recordaban que Jesucristo quitó el pecado del mundo, como lo expresa Juan el Bautista acerca de Jesús: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). De seguro su disgusto y ataque contra los Padres de la Iglesia se debe a que estos en su momento combatieron el gnosticismo, lo desenmascararon, lo exhibieron tal cual es, una vil mentira.

La salvación es vivir en conciencia de divinidad. Si el pecado no existe, la salvación para Chopra, y lo gnósticos, es un estado solamente: “Jesús llama a ese lugar Reino de Dios o alma. El nombre es menos importante que la experiencia. Paso a paso, cada persona debe hallar un estado interior libre de imágenes dolorosas; en ese estado radica la redención.” [12] Puesto que no hay pecado, no es necesaria una salvación de este, ni del mundo, ni del diablo, ni del castigo eterno. Pero aun así, Chopra sigue proclamando una salvación-redención:
Jesús ofreció la misma salvación que Buda: librarnos del sufrimiento y enseñarnos un camino hacia la libertad espiritual, la dicha y la proximidad con Dios. Desde este prisma, el Jesús real es hoy tan accesible como siempre, o quizá incluso más. En vez de confiar solo en la fe, podemos superar la mera adoración y encontrar un conjunto de enseñanzas que concuerdan con las tradiciones sabias del mundo, una corroboración en términos cristianos de que la conciencia superior existe y está abierta a todos. [13]
La salvación es tener uno mismo conciencia de Dios. Pero como ya se vio anteriormente, Dios no es un ser sino un estado. La doctrina new ager utiliza mucha terminología cristiana (como lo expresa Chopra en la cita anterior) pero deforma su significado completamente. Copia del gnosticismo su concepto de salvación, pues ellos enseñaban que su salvación tampoco es por la fe en Jesucristo sino por medio de un autoconocimiento a través de la gnosis (conocimiento) enseñada por Jesucristo a sus discípulos como grupo selecto y estos a su vez a unos cuantos (los pneumáticos). Ireneo de Lyon describía la doctrina gnóstica: “…enseñan que ellos no se salvan por las obras, sino que, por el hecho de ser de naturaleza espiritual, automáticamente se salvan.” (Ad. Haer. I 6, 2)[14] Chopra niega la adoración que debe rendirse a Dios, y la sustituye por una fe en y una adoración hacia sí mismos, su salvación pretende ser universal pero juzga que los cristianos quedan “excluidos del gran proyecto humano que comenzó siglos antes de Cristo y que continúa en la actualidad. Dicho proyecto consiste en trascender el mundo físico y alcanzar el reino del alma.” [15]

Su escatología es meramente mental. Explica que según “los gnósticos… la Segunda Venida supondrá un cambio de conciencia que renovará la naturaleza humana y la elevará al nivel de lo divino.” [16] Aunque no indica si cree o no esta doctrina gnóstica, su silencio y el resto de su proclama demuestran que no hay lugar para la inmanente venida de Cristo, pues como vimos niega su divinidad. El énfasis recae en el ahora y su esperanza es que todos alcancen su conciencia divina creando así un mundo feliz donde todos se tratan bien. En cambio, la esperanza que nosotros los cristianos tenemos es "la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo" (Tito 2:13). Por eso el Espíritu Santo y nosotros los cristianos, la Iglesia, designada como esposa, clamamos por la venida del Señor: "Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven.", al mismo tiempo instamos a quienes no reconocen aun al Señor Jesucristo: "Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente" (Apocalipsis 22:17). Y también oramos por ellos: 
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. (1 Timoteo 2:3-6)
La Escritura es utilizada a su conveniencia sin realmente realizar un estudio de la misma. Las interpretaciones que presenta a lo largo de su libro son muestra de su falta de conocimiento de la Escritura. Se atreve a decir que “el Antiguo Testamento no describe a Dios como persona”, [17] cuando desde Génesis, Dios se muestra creando, hablando, bendiciendo, mandando, y el hombre, que es persona, es creado a imagen de Dios (Génesis 1:26-27), además Dios dialoga con el ser humano (Génesis 1:29-30; 2:16-17;3:8-19; 4:6-7, 9-15 entre muchos otros textos más). Y para cubrir su falsa enseñanza sobre la salvación expresa que “los oyentes de Jesús eran judíos y su tradición religiosa no incluía la vida después de la muerte y mucho menos un cielo donde los honrados recibirían su recompensa.” [18] Los judíos sí creían -y creen- en la resurrección, salvo la secta de los saduceos, a ellos Jesús les respondió: "Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos" (Mateo 22:31-32 citando Éxodo 3:6). Del Nuevo Testamento, Chopra expresa que “es lo bastante ambiguo y confuso para sustentar casi cualquier tesis acerca de lo que significa.” [19] Esta afirmación es únicamente su justificación para utilizarlo así, como ya lo hemos comprobado. Ireneo, frente a esta misma práctica de parte de los gnósticos, escribió animando a los cristianos a preservar la Regla de la verdad, es decir conocer a profundidad la doctrina de la Escritura:
De manera semejante quien conserva inquebrantable la Regla de la verdad que recibió en el bautismo, reconocerá los nombres, los dichos y las parábolas tomados de las Escrituras, pero no sus teorías blasfemas. Reconocerá las piedras del mosaico, pero no aceptará que la figura de la zorra sustituya el retrato del rey. Volviendo a colocar las palabras en su propio orden y en el contexto del cuerpo de la verdad, dejará al desnudo las creaciones que ellos han fantaseado y probará su falta de consistencia. (Ad. Haer. I 9, 4)
Autores de la Nueva Era, como Deepak Chopra, por lo general no se identifican como gnósticos –él lo niega rotundamente [20]- pero las evidencias son claras. En su libro cita constantemente el Evangelio de Tomás, del cual asegura que fue “el libro que quizá estuvo más cerca de ser incluido en el canon del Nuevo Testamento.” [21] Y sin mayor explicación o fundamento de esto argumenta que “el libro de Tomás data más o menos de la misma época que los Evangelios.” [22] Y aunque ese libro es fundamental para su doctrina defiende que “los Evangelios contienen lo necesario para realizar un viaje interior que resultará más rico que cualquier cosa que puedan ofrecer los gnósticos.” [23] Basta decir que en ninguna de las listas del canon del Nuevo Testamento que se tienen de los primeros siglos, aparece siquiera el Evangelio de Tomás. Para clarificar la cuestión de datación de los escritos del Nuevo Testamento y otros textos no aceptados en el canon de la Escritura, los eruditos en la materia aceptan de manera casi unánime las siguientes fechas: [24]


Ireneo de Lyon ya escribiría hacia el 180 d. C., exponiendo a la luz las doctrinas heréticas del gnosticismo y alertando a los cristianos:
Por eso es necesario que tanto tú, como todos cuantos leen este escrito y se preocupan por su salvación, no sucumban de inmediato apenas escuchan sus predicaciones. Como arriba dijimos, ellos hablan semejante a los fieles; pero entienden las cosas de modo no sólo distinto, sino opuesto; y mediante todas estas prédicas llenas de blasfemias matan a quienes por la semejanza de palabras echan sobre sí el veneno de diversas ideas; por ejemplo si alguno por leche diese yeso mezclado con agua, seduciría por la semejanza del color, como dijo un predecesor nuestro, acerca de todos los que pervierten las cosas de Dios y adulteran la verdad: "Mezclan perversamente el yeso con la leche de Dios". (Ad. Haer. III 17, 4)
En conclusión, el Jesús de la Nueva Era se fundamenta en las doctrinas heréticas gnósticas del segundo siglo por lo que no es algo novedoso y no debiera sorprender. Al contrario, la Iglesia  debería estar bien preparada para hacerle frente con base a la respuesta que se dio siglos atrás. Por lo mismo, es necesario que cada cristiano estudie la patrística (las obras de los Padres de la Iglesia, como, por ejemplo, San Ireneo de Lyon, a quien se ha citado) y conozca la historia de la Iglesia. Una manera sencilla pero sumamente profunda para que los cristianos conozcan su fe y sepan diferenciar entre la sana doctrina y las herejías, es el estudio del Símbolo Apostólico ya que en él encontramos, a modo de resumen, la columna de la fe cristiana con base a la Escritura.

1. Para mayor referencia respecto a quién es Deepak Chopra de acuerdo a su propio sitio: http:// www.chopra.com/aboutdeepak.
2. El lector que desee introducirse al tema del Jesús histórico puede examinar la obra de Gerd Theissen, La sombra del Galileo Trad. Constantino Ruiz Garrido, undécima edición (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 2004); en este libro el autor presenta los resultados de la llamada “búsqueda del Jesús histórico” a modo de novela. Para una mayor profundización del tema puede ver también del mismo autor: El Jesús histórico (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 1999).
3. Deepak Chopra, El tercer Jesús. El Cristo que no podemos ignorar. Traducido por Israel Ortega (México, D.F.: Grijalbo, 2008), 14.
4. Ibíd.
5. Todas las citas bíblicas son tomadas de la Reina-Valera 1960, a menos que se indique lo contrario.
6. Chopra, 51.
7. Ibíd., 54.
8. A. T. Robertson, Word Pictures in the Greek New Testament. Broadman Press, Southern Baptist Sunday School Board, 1934. Versión electrónica de CD ROM, Bible Works 7, 2006.
9. Chopra, 90.
10. Ibíd., 42.
11. Ibíd., 49.
12. Ibíd., 43.
13. Ibíd., 165.
14. Ireneo de Lyon, Contra los herejes. Exposición y refutación de la falsa gnosis Edición y traducción de Carlos Ignacio González (México, D.F.: Conferencia del Episcopado Mexicano, 2000). Todas las citas de San Ireneo son tomadas de esta edición.
15. Chopra, 68.
16. Ibíd., 54.
17. Ibíd., 57.
18. Ibíd., 51.
19 .Ibíd., 165.
20. Ibíd., 47.
21. Ibíd.
22. Ibíd., 90.
23. Ibíd., 51.
24. Craig A. Evans, El Jesús deformado (Santander, España: Editorial Sal Terrae, 2007), 56-57.