lunes, 19 de octubre de 2015

Sábado o Domingo: Vs. los judaizantes... otra vez




Hace unos días en Facebook alguien preguntó que porqué los cristianos se reúnen los domingos y no los sábados. Él mismo respondió que esto se debe a que Constantino lo impuso y que la Iglesia Católica Romana engañó a todos. Así concluyó que como Jesús guardaba el Sabat entonces él también debía guardarlo y que todos los cristianos vivían siguiendo una enseñanza satánica.

Habiendo muchos creyentes que sinceramente desean saber la razón de la reunión dominical cristiana, ofrezco la siguiente respuesta bíblica, histórica y teológica: 

Razón bíblica

La razón por la cual los cristianos nos reunimos los domingos es por la resurrección de Jesucristo. Esta sucedió en el primer día de la semana, así está atestiguado en los cuatro Evangelios: Mateo 28:1; Marcos 16:2, 9; Lucas 24:1; Juan 20:1. A propósito, el Sabbath es el séptimo día; el primer día es el domingo.

Razón histórica

En el libro de los Hechos ya se hace alusión a las reuniones llevadas a cabo en domingo por los cristianos: 20:7; también en 1 Corintios 16:2 expresa como ese día se recolectaban las ofrendas, precisamente en el marco de la reunión (Ekklesía); Juan de Patmos, contempla la revelación (el Apocalipsis) en domingo (1:10) como un mensaje para las iglesias. Considerando esto, que lo mencionado en estas citas sucede al rededor del 40-55 y 92-98 d.C., la idea común que declara que todo esto fue porque Constantino lo ordenó, es errada y cae por los suelos. Constantino lo hizo oficial en el 321, sin embargo, la reunión cristiana, como ya vimos, se realizaba los domingos.

Por cierto, la Iglesia Católica Apostólica Romana surge cuanto más a partir de la Reforma protestante. En otras palabras la Iglesia cristiana no tiene un salto desde el Nuevo Testamento hasta los Evangélicos. Por mil quinientos años existió una sóla iglesia cristiana con sus características particulares correspondientes a cada región y período. Católicos y protestantes de cualquier denominación compartimos una historia común.

Regresando al tema, se tiene constatación histórica de la reunión de los cristianos en domingo. Algunos ejemplos:
  1. La Didajé, XIV, un escrito cristiano de entre los años 80-100 d.C. expresa: “El día del Señor [el domingo: ‘dominus’ = ‘kuriaké’ de ‘kurios’, ‘Señor’] reuníos para la partición del pan y la acción de gracias…”
  2. Entre el 100-110 d.C. San Ignacio de Antioquía, discípulo de Juan, escribe en su Carta a los Magnesios: “Pues bien, si los que siguieron el orden antiguo llegaron a la esperanza nueva, no ya observando el sábado, sino el día del Señor, en el cual también surgió nuestra vida por él y por su muerte, lo que algunos niegan –por ese misterio recibimos la fe y por él resistimos para ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro único Maestro-, ¿cómo podríamos nosotros vivir fuera de él, a quien hasta los profetas, sus discípulos en espíritu, esperaban como su Maestro? Por eso él, después de su venida –por ellos justamente esperada- los resucitó de entre los muertos.” Nótese nuevamente la relación entre el domingo y la resurrección, también la razón de la reunión dominical por todo aquel que se llama discípulo del Señor, y sobre todo la contraposición entre domingo y sábado (o Sabbath).
  3. Plinio el Joven, en el 113 d.C., un gobernante no cristiano, comenta: "Ellos afirmaban que toda su culpa y error consistía en reunirse en un día fijo [esto es el domingo; “un día fijo” se distingue del Sabbath judío, día bien conocido] antes del alba y cantar coros alternativos un himno a Cristo como a un dios y en obligarse bajo juramento no ya a no cometer delito alguno, antes a no cometer hurtos, fechorías o adulterios, a no faltar a la palabra dada ni a negarse, en caso de que se lo pidan, a hacer un préstamo. Terminados los susodichos ritos, tienen por costumbre separarse y volver a reunirse para tomar alimento, común e inocente."
  4. Justino Mártir, hacia la primera mitad del siglo II comenta ya esta costumbre y explica también lo que implica la celebración dominical del día del Señor.
Razón teológica

La Iglesia es la comunidad de creyentes, miembros los unos de los otros en tanto que son un sólo cuerpo, el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:12-13). De manera que para que la Iglesia existiera era necesaria la resurrección (Colosenses 1:18; 1 Corintios 15:14). Cristo como cabeza vivifica a su cuerpo y le hace partícipe de sus bienes obtenidos en la resurrección (Efesios 1:15-23). Así su cuerpo, la Iglesia, celebra su razón de ser, el día domingo.

Ahora bien, este asunto de la reunión cristiana no solamente se trata de una cuestión de índole temporal o cronológico sino que tiene implicaciones teológicas: Con la resurrección de Jesús se da un cambio fundamental. Dios levantó de entre los muertos a su Hijo. El que confiesa esto es salvo (Romanos 10:9-10), no así por guardar el Sábado, y por ende, la Ley. ¡Cuidado con agregarle la ley a la obra salvífica de Cristo! 

Allí el error de los judaizantes, o mejor dicho, de los cuasijudaizantes