Tras la interacción entre varios estudiantes de diferentes denominacionales en el seminario y las clásicas disputas doctrinales que se dan entre sí, puedo imaginarme los eventos de la siguiente cita del Evangelio de Juan, capítulo 4, en nuestro contexto:
3 Jesús salió de Cuernavaca, y se fue otra vez a Jojutla. 4 Y le era necesario pasar por Xoxocotla, donde había un seminario bíblico con un auditorio más o menos fresco. 5 Vino, pues, al seminario bíblico llamado Tierra Alta o SEMTA. 6 Y estaba allí, en el auditorio, el púlpito de Spurgeon. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó ahí adentró junto al púlpito. Eran como las 8:30 am.
7 Vinieron unos jóvenes estudiantes del SEMTA, de diferentes denominaciones evangélicas a estudiar la Escritura, entre ellos había de asambleas de Dios, reformados, bautistas, pentecostales y los llamados "bíblicos"; y Jesús les dijo:
-Predíquenme.
8 Pues sus discípulos habían ido a Jojutla a comprar comida. 9 Uno de los estudiantes le dijo:
-¿Cómo tú, siendo judío, nos pides predicar a nosotros, que somos cristianos evangélicos?
Porque judíos y cristianos evangélicos no se llevan muy bien y además entre los mismos evangélicos siempre se están peleando. 10 Respondió Jesús y les dijo:
-Si conocieran el don de Dios, y quién es el que les dice: “Predíquenme”; ustedes le pedirían, y él les hablaría la Palabra viva.
11 Otro estudiante le dijo:
-Señor, no tienes una Biblia, y no hay una en el púlpito. ¿De dónde, pues, vas a predicar? 12 ¿Acaso eres tú mayor que Spurgeon, que nos dio este púlpito, en el cual predicó él, y también sus discípulos?
13 Respondió Jesús y le dijo:
-Cualquiera que escuche las prédicas de ese predicador o de cualquier otro, incluso de MacArthur o Washer, volverá a tener preguntas; 14 mas el que escuche mis palabras, no tendrá dudas jamás; sino que la palabra que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
15 Otro alumno le dijo:
-Señor, dame esa palabra, para que no tenga dudas, ni venga aquí una y otra vez buscando a MacArthur.
16 Jesús le dijo:
-Ve, tráeme tus tareas, y ven acá.
17 Respondió el joven y dijo:
-No tengo tareas.
Jesús le dijo:
-Bien has dicho: "No tengo tareas"; 18 porque en el semestre cinco tareas no has entregado, y la tarea que ahora tienes no la hiciste tú, sino la has plagiado; esto has dicho con verdad.
19 Otro estudiante intervino:
-Señor, me parece que tú eres profeta, a ver si sí: 20 En mi Iglesia adoran aplaudiendo y sin cara de limón, y estos otros dicen que en el auditorio del SEMTA se debe adorar de acuerdo a Semilla y Calvary, con los brazos pegaditos al cuerpo porque las emociones son malas.
21 Jesús le dijo:
-Joven, créeme, que la hora viene cuando ni al estilo pachangacostal ni al estilo deformado adorarán al Padre. 22 Ustedes adoran individualistamente lo que los evangélicos saben a medias; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
25 Uno de los estudiantes dijo:
-Sabemos que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
26 Jesús le dijo:
-Yo soy, el que habla con ustedes.
27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablara con los evangélicos; sin embargo, ninguno dijo: "¿Qué preguntas?" o, "¿Qué hablas con ellos?"
28 Entonces los estudiantes del seminario dejaron sus prejuicios denominacionales, ninguno se salió del auditorio molesto ni murmurando, sino que juntos en comunión fueron con los trabajadores del SEMTA, con las que hacen el aseo, con los de jardinería, mantenimiento y campamento:
29 -Vengan, vean a un hombre que nos ha dicho todo cuanto hemos hecho. ¿No será éste el Cristo?
30 Entonces salieron del SEMTA, y vinieron a él. 31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo:
-Rabí, come.
32 Él les dijo:
-Yo tengo una comida que comer, que ustedes no saben.
33 Entonces los discípulos decían unos a otros:
-¿Le habrá traído alguien algún taco acorazado?
34 Jesús les dijo:
-Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. 35 ¿No dicen ustedes: "Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega"? He aquí les digo: Alcen sus ojos y miren los campos, porque ya están blancos para la siega. 36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. 37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega. 38 Yo les he enviado a segar lo que ustedes no labraron; otros labraron, y ustedes han entrado en sus labores. Estos estudiantes y trabajadores son la cosecha.
39 Y muchos de los trabajadores del SEMTA creyeron en él por la palabra de los jóvenes estudiantes, que daban testimonio diciendo: "Nos dijo todo lo que hemos hecho" y vivían ya sin pleitos. 40 Entonces vinieron a él los seminaristas, juntos en armonía y comunión, y le rogaron que se quedara con ellos; y se quedó allí dos días. 41 Y creyeron muchos más por la palabra de él, 42 y decían a los estudiantes:
-Ya no creemos solamente por su dicho y la comunión que tienen entre sí, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo, y ahora gozamos de comunión con él y con ustedes.
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