sábado, 20 de septiembre de 2014

Vivencias de un seminarista



Lo que leerán en futuras entradas del blog son solamente las vivencias de uno que fue seminarista. Estaré relatando varios episodios que tengo presentes en mi memoria: algunos chuscos, otros tristes, otros curiosos y unos cuantos más preocupantes. Lo que contaré no es estrictamente cronológico, a veces haré saltos de época y a veces regresaré en el tiempo; no quiero escribir una biografía sino hablar de aquellas vivencias que en conjunto me hacen ser quien soy. Otra cuestión es que por lo general no publicaré nombres de las personas involucradas –pues no pretendo hacer una “caza de brujas”–, así que muchas veces los nombres serán ficticios pero ello no quiere decir que las situaciones sean inventadas; en ocasiones sí daré los nombres de aquellos que merecen ser honrados por su amor y servicio. En resumen, de cierto modo, y aunque no quisiera, cada uno de estas experiencias que relataré demostrarán la correlación entre teología y ontología, pues como ya he escrito, en el quehacer teológico me encontré a mí mismo.

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