Este lunes no recibí pregunta alguna pero el pasado sí. Pablo David preguntó:
Oye Shel, Jesús era "en forma de Dios" y posteriormente se hizo carne. ¿Cierto? Después resucitó con un cuerpo glorificado que supongo es una forma permanente ya que volverá así como se le vio irse... ¿Eso significaría que una consecuencia de haber venido a la tierra es que cambió su naturaleza para siempre (de "forma de Dios" a "un cuerpo glorificado"? ¿O es que antes de encarnarse ya tenía un cuerpo glorificado?
Respuesta:
El pasaje clave para esta pregunta es Filipenses 2, especialmente los versículos 6 y 7 donde hablando de Cristo se dice:
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.
Con el término μορφη (morfei = forma) se piensa "no en cualquier forma mutable, sino en la forma específica, de la que dependen la identidad y la condición", entonces la expresión 'forma de siervo' (μορφη δουλου) o 'forma de Dios' (μορφη θεου) indica su condición. W. Pölmann comenta: "Por tanto, no es la mutabilidad lo constitutivo de la comprensión de μορφη θεου en Flp. 2:6-11, sino precisamente la inconfundibilidad entre μορφη θεου y μορφη δουλου." [1]
Ahora, el otro término importante es εκενωσεν (ekenosen = despojó). No indica que se despojó de su forma de Dios para tomar forma de siervo. F. F. Bruce explica que: "La implicación no es que Cristo, al encarnarse, cambió la forma de Dios por la forma de esclavo, sino que manifestó la forma de Dios en la forma de esclavo."
Con esto tenemos que no es que cambiara su naturaleza, pues esto implicaría un cambio en su divinidad, lo cual no es posible. Siguiendo con lo anterior, entonces podemos decir que asume la humanidad (¡no la absorbe!). Así su 'forma' (o naturaleza) tanto humana como divina es exaltada (v. 9), y con ello también hace posible que el ser humano entre en ese ámbito de lo divino. En palabras de Ireneo de Lyon: "El Verbo de Dios habitó en el ser humano (Jn. 1:14) y se hizo Hijo del Hombre, a fin de que el hombre se habituase a recibir a Dios y Dios se habituase a habitar en el hombre, según agradó al Padre" (Ad. Haer. III. 20, 2)
Finalmente, la respuesta a la tercera pregunta es: no.
- "μορφη", W. Pölmann, Diccionario exegético del Nuevo Testamento. Tomo II. Balz y Schneider, Eds. Tercera edición. Salamanca: Ediciones Sígueme, 2002. p. 334.
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