En la misma publicación en mi perfil de FB, unos días después Ceci preguntó:
Hola Shel! No es lunes pero hoy leía Juan 4 y me surgió esta pregunta. Que implica adorar al Padre en espíritu y verdad? Gracias!
Respuesta:
El pasaje al que se refiere es Juan 4:23-24, allí leemos:
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Ahora, estos versículos pertenecen a la perícopa donde Jesús habla con la mujer samaritana. Los samaritanos eran descendientes de los judíos que habían quedado del Reino del norte tras la invasión de Asiria y que se habían casado y mezclado con gente de otras naciones (1 Reyes 17-18). Por eso los judíos no los querían, además consideraban a las mujeres samaritanas como inmundas. De manera que Jesús, con el mero hecho de hablar con ella, rompía los prejuicios sociales comunes de su época. Esto se observa en la reacción de la mujer cuando Jesús habla con ella y le pide de beber: 'La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?' El evangelista explica: 'Porque judíos y samaritanos no se trataban entre sí' (v. 9).
Jesús le responde invitándole a que ella le pida a él de beber, pues el agua que él ofrece sería 'una fuente de agua que salte para vida eterna' (v. 10-14). Jesús entonces confronta el pecado de la mujer, pero ella trata de desviar la atención de sí hacia argumentos, digamos, teológicos: 'Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar' (v. 20). El monte al que se refiere es el monte Gerizim, donde los samaritanos, hacia el siglo IV a.C., habían construido un templo que posteriormente fue destruido por Juan Hircano; y en Jerusalén se encontraba el Templo judío. Por eso Jesús le dice que ni en uno ni en otro lugar se adorará al Padre (v. 21), enfatiza que 'la salvación viene de los judíos' (v. 22), y entones es cuando expresa los versículos en cuestión (v. 23-24).
Podemos entonces observar lo siguiente de acuerdo a Barret:
Jesús lleva a plenitud todo lo que ofrecía el culto del Antiguo Testamento. Y si lo realiza así, es porque Dios es Espíritu, y Jesús comunica ese Espíritu (que es "agua viva"), proporcionando de esa manera el instrumento y el vehículo del verdadero culto.
La mujer entonces se va y cuenta lo que ha visto y escuchado. Otros samaritanos de la ciudad creen en Jesús, él se queda allí enseñando otros dos días y muchos más creen en él (v. 25-42).
Entonces el adorar en espíritu y en verdad sólo es posible por el 'agua viva' que Jesús da: el Espíritu Santo que sería la 'fuente de agua que salte para vida eterna' (v. 14). Sólo así es posible adorar en espíritu y en verdad; dicho de otro modo, todo el que cree en Jesucristo adora a Dios en espíritu y en verdad. La adoración no está restringida entonces a un lugar determinado ni a una nación única ni a un solo género. La salvación, la vida eterna es ofrecida por Jesús a todos los que creen en él, y es así que se puede adorar a Dios Padre.
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