lunes, 18 de agosto de 2014

Lunes de pregunta 1: ¿cuál es el rol de la mujer en la Iglesia?



Hace poco me di a la tarea de responder preguntas de mis contactos en Facebook acerca de la Biblia, la teología, la historia de la Iglesia y su relación con la sociedad en la que vivimos. Así que aquí iré publicando también las preguntas que me enviaron con sus respuestas. De igual modo si tienes alguna interrogante puedes publicarla los lunes en mi muro de FB

Esta fue la primer pregunta realizada por Betsy:
...cual es el rol de la mujer en la iglesia?, y que es lo que realmente esta haciendo la mujer en la iglesia actualmente? Esta pregunta me surge por que como muchos de ustedes saben quiero ir a USA a servir a migrantes latinos indocumentados, al ser mujer a veces me siento agobiada no pq no me sienta capaz de hacer ciertas cosas, mas bien por que siento q nuestro rol esta un poco rezagado y temo que no me den la oportunidad de por ejemplo tratar con hombres migrantes, pues he escuchado q practicamente una mujer debe limitarse a enseniar a otras mujeres, esto pq como una mujer puede ensenar a un hombre?, por q una mujer tiene q cuidar su corazon, y tiene q cuidarse de no ser d tropiezo a otros hermanos. Espero ser clara en mi pregunta. Gracias!!!
Ah y creo firmemente que la mujer desempenia un papel importante en el cuerpo de Cristo, al igual que el hombre, sin embargo siento que existe division sexual, es decir ql hombre hace labores correspondientes a su sexo y la mujer respecto al suyo. Es asi o es mi imaginacion? Jajaja. Saludos 
Por un lado, es cierto que en la Iglesia se ha institucionalizado acorde a los evidentes prejuicios socioculturales respecto al varón y la mujer, sufriendo ellas mayormente las consecuencias. Por otro lado, gran parte de la causa de que esto sea así, es una interpretación errada de la Escritura. Sí, es un hecho, las mujeres cristianas se enfrentan, lamentablemente, a la discriminación.

Para poder comprender mejor la cuestión es imperativo considerar aspectos:
  1. La imagen de Dios en el ser humano (Génesis 1: 27): tanto el varón como la mujer son creados a imagen de Dios. El valor intrínseco tanto de uno como de otro no consiste en su sexo sino en la imagen de Dios en ellos. Esto implica que ambos comparten la bendición de Dios así como el señorío sobre la creación (Génesis 1:28), de manera que hombre y mujer tienen el mismo derecho y deber, los dos son responsables por igual ante Dios.
  2. La obra de Cristo por la humanidad (Gálatas 3:28): 'Ya... no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.' El Apóstol Pablo expresa que toda barrera que pudiera estar presente, ya ha quedado superada por la obra de Jesucristo (nótese lo otros contrastes: 'ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre').
  3. El bautismo del Espíritu Santo (1 Corintios 12:13): todos los creyentes, tanto hombres como mujeres, han sido bautizados hacia un cuerpo, la Iglesia. Son miembros del cuerpo de Cristo. Tienen por tanto una función en particular qué realizar, y para ello han recibido dones de parte del Espíritu: 'hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo' (1 Corintios 12:4), y es el mismo Espíritu Santo quien otorga esos dones 'repartiendo a cada uno en particular como él quiere' (1 Corintios 12:11).
Entonces, no es la propia Iglesia o los varones o las mismas mujeres quienes deben establecer -o limitar- la función (rol o papel) de unos o de otros. Es el Espíritu Santo quien da los dones necesarios para que cada uno sirva a Jesucristo para gloria de Dios Padre. Catalina F. de Padilla escribe:
La iglesia que reconoce los dones del Espíritu Santo en la vida de sus mujeres no debe tener problemas en reconocer también su área de ministerio en la iglesia. Lo que corresponde a la iglesia es proveer el ambiente en que hombres y mujeres, juntos, puedan servir al Señor, en el poder del Espíritu Santo.[1]


Ahora bien, todo lo que se realice en la Iglesia debe ser entendido como servicio; si detrás de ello se encuentra una búsqueda de reconocimiento o de jactancia, entonces su obra no pasará la prueba divina (1 Corintios 3:13-15).

Luego, Rubén hizo un aporte a la cuestión:
Estoy muy de acuerdo con lo que dices, pero ¿por qué 1 Timoteo 2:12 hace notables diferencias en cuanto al rol de enseñar? "Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio". Aclaro que solo es duda 
Lo que nos da la pauta para su interpretación es el tono polémico de la carta: es una fuerte advertencia contra los falsos maestros. 
Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina. (1 Timoteo 1:3ss)
Es en ese contexto en el que nos encontramos con 1 Timoteo 2:12. Como expresa Stanford Orth:
Esta frase y la de arriba (la del versículo 11) sugieren que Pablo supo de un problema específico de desorden y soberbia entre las mujeres cristianas. Posiblemente promovían la falsa enseñanza que se menciona en el capítulo 1. Posiblemente se mostraban agitadas y rebeldes en su relación con los líderes varones de la congregación... Es probable que el problema entre algunas mujeres fue ésta -que querían enseñar la falsa doctrina y no se sometían a la autoridad de los líderes en la iglesia. También su conducta y su modo de vestirse y adornarse manifestaba su falta de sumisión. Es probable que ellas ejercieron dominio sobre los hombres por medio de la enseñanza. Entonces Pablo dice que el no enseñar a los hombres es implícito en no ejercer dominio sobre ellos. Se debe comprender que la exposición de la Palabra de Dios y de la doctrina es un privilegio que trae mucha responsabilidad e involucra una autoridad espiritual en la congregación.[2]


El problema no era tanto de rol, sino más bien de la sujeción evidenciada en la enseñanza que daban. El contraste es entre el enseñar y el escuchar (o aprender). La influencia de los falsos maestros sobre las mujeres en aquella comunidad se puede ver específicamente 5:11-15. El escenario pudo ser el siguiente: Falsos maestros se habían infiltrado a la iglesia, las mujeres viudas recibían su falsa doctrina (nótese el argumento en 2:14 de que "la mujer siendo engañada, incurrió en transgresión") y así mismo, la compartían en la iglesia con el resto de la comunidad. El que la mujer tenía un cargo importante en la Iglesia puede leerse en 3:8-13, el versículo 11 que habla acerca de las mujeres está justo en medio del perfil de los diáconos: esto indica que había mujeres diaconisas en la iglesia. 

Otro aspecto a considerar es que en Efeso se encontraba muy difundido el culto a Artemisa, donde las mujeres participaban activamente como profetizas. De modo que las mujeres cristianas en Efeso pudieron haber traído consigo estas características del culto pagano a la Iglesia. O también por lo mencionado en el v. 9 se trataba de mujeres de alta posición social; en la cultura helenista la mujer iba adquiriendo mayor influencia por lo que aquellas mujeres cristianas tendían hacia un "feminismo", por así decirlo, a lo cual Pablo responde con la sujeción y orden. Sumémosle a ello las falsas enseñanzas que difundían.

Acerca de la sujeción se ha escrito que: 
...cuando el disturbio de la comunidad estaba en cuestión, la meta de la sujeción (y por lo tanto, el establecimiento del orden) era generalmente la recuperación de la armonía.[3]


Por último, el mandato parte de este contexto; es decir, no pretende ser una norma universal. Gordon Fee comenta:
La declaración de Pablo está específicamente relacionada al problema en Efeso. Obviamente el no toma esta posición acerca de la mujer en general (ver por ejemplo, Ro. 16:1-3; Fil. 4:2-3).[4]





  1. Padilla, Catalina F. de  y Padilla, C. René . Mujer y hombre en la misión de Dios. Lima, Perú: Ediciones Lima, 2005; pp. 63-34.
  2. Citado en Concul, Edwin. Exégesis de las pastorales. Notas de clase. Guatemala: Seminario Teológico Centroamericano, 2010. 
  3. Towner, Phillip H. The Letters to Timothy and Titus. P. 216. 
  4. Fee, Gordon. 1 and 2 Timothy, Titus.

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